
La Guía Michelin 2025 ha vuelto a mirar hacia el norte. En su última actualización, publicada en septiembre, los inspectores han incluido cuatro nuevos restaurantes del País Vasco , una cifra que consolida la región como uno de los epicentros gastronómicos más potentes de Europa.
Los nuevos nombres son Itzuli y Bruno Oteiza , en San Sebastián; Hika , en Villabona (Gipuzkoa); y El Puntido , en Páganos (Álava). Cuatro propuestas muy distintas, pero unidas por el mismo hilo conductor: el respeto al producto, la técnica refinada y la identidad vasca .
Itzuli: elegancia frente al mar
Ubicado dentro del hotel boutique Luze San Sebastián , Itzuli es el nuevo proyecto del chef Iñigo Lavado , acompañado de su mujer, Arantxa Martínez , al frente de la sala, y de su hijo Julen , sumiller profesional.
El restaurante, de estética Belle Époque y amplias cristaleras con vistas al Cantábrico, ofrece dos menús degustación: Luis Irizar , en homenaje a su maestro (100 €), y Cocina de Emociones (150 €), más contemporáneo y arriesgado.
Los inspectores destacan platos como la ostra al natural con crema de verduras en escabeche y jugo de cochinillo , una combinación que refleja el equilibrio entre la técnica clásica y la creatividad moderna.
Bruno Oteiza: cocina vasco-mexicana con alma clandestina
El segundo debut donostiarra lleva el nombre de su creador: Bruno Oteiza . El restaurante se esconde en el sótano del Gatxupa , y esa ubicación subterránea —a medio camino entre la discreción y el misterio— forma parte de su encanto.
La Guía Michelin define su propuesta como una “experiencia gastronómica mestiza” , fruto del diálogo entre la cocina vasca y la mexicana. Su menú degustación incluye una versión ampliada llamada Amakase , un guiño a los tradicionales omakase japoneses pero con un toque emocional (“ama” significa madre en euskera).
El espacio, moderno y con cocina vista, es un homenaje al producto local llevado a nuevas fronteras de sabor.
Hika: tradición vasca entre barricas de txakoli
En Villabona, la Guía se detiene en Hika , la bodega-restaurante dirigida por el chef Roberto Ruiz , siempre reconocible por su inseparable txapela. Aquí la cocina se funde con la tierra: txakoli propio, ingredientes locales y recetas con alma vasca .
Los críticos destacan el mimo por los sabores de siempre: alubias de Tolosa , txipirones rellenos en su tinta o el txangurro a la donostiarra , reinterpretados con una ejecución impecable. La experiencia se completa en un entorno luminoso, entre barricas y amplias vistas a los viñedos del valle.
El Puntido: alta cocina entre viñedos alaveses
La cuarta incorporación se encuentra en Páganos (Álava) , dentro de los dominios vinícolas de la familia Eguren. El Puntido es un oasis gastronómico en medio de las viñas, con un comedor rodeado de cristal y vistas a la Sierra de Cantabria.
El chef Cristian Solana lidera una cocina de proximidad que marida con los vinos de la propia bodega. Ofrece dos menús degustación: Calados del Puntido , más clásico, y El Puntido , su versión más creativa.
Los inspectores de la guía han alabado especialmente su plato de guisantes a la brasa con tallarines de vieira y caldo de jamón , que resume el espíritu del restaurante: producto excelente, técnica precisa y emoción en cada bocado .