**¡Crisis y Oportunidades: El Gobierno en la Cuerda Floja!**
En un momento crítico, el Gobierno argentino ha tomado medidas drásticas para estabilizar la economía antes de las elecciones. La eliminación temporal de las retenciones para el sector agropecuario ha permitido una inyección de divisas al Banco Central, logrando un aumento de casi USD 2.000 millones en reservas en solo una semana. Esta estrategia busca frenar la fuga de divisas y fortalecer las reservas, que se sitúan por encima de los USD 41.000 millones.
Luis “Toto” Caputo, el actual ministro de Economía, ha implementado un control en el tipo de cambio, estableciendo un piso en $ 1.350. Esta medida ha permitido al Tesoro adquirir dólares, evitando que el tipo de cambio se desplome. Sin embargo, la decisión de reimponer restricciones cambiarias el viernes pasado tiene como objetivo proteger las reservas acumuladas. Al limitar las operaciones de compra de dólares oficiales en el mercado MEP, se busca frenar el arbitraje que drenaba las reservas del Banco Central.
La brecha cambiaria se ha ampliado, con el dólar blue cerrando a $ 1.440, lo que representa una diferencia superior al 6% respecto al dólar oficial. Esta situación podría incentivar a los importadores a comprar dólares a un precio oficial, mientras que los exportadores podrían esperar un mejor tipo de cambio. El equipo económico ha optado por lo que consideran el "mal menor", priorizando la acumulación de reservas sobre la recaudación fiscal.
El apoyo del Tesoro estadounidense ha sido un factor significativo en esta coyuntura. La administración de Donald Trump ha elogiado la política de Javier Milei y ha reconocido a Argentina como un aliado estratégico. Este respaldo no solo se ha manifestado en declaraciones, sino también en promesas de apoyo económico, que incluyen un swap de monedas por USD 20.000 millones y la posibilidad de comprar bonos argentinos.
Sin embargo, la reacción del mercado ha sido cautelosa. A pesar del apoyo estadounidense, las acciones y bonos argentinos han experimentado caídas, y el riesgo país ha superado los 1.000 puntos básicos. Los inversores parecen dudar de la solidez del respaldo norteamericano, cuestionando si es incondicional o dependerá de los resultados electorales.
Las proyecciones para las elecciones del 26 de octubre no son favorables para el oficialismo. Las encuestas indican que el apoyo a La Libertad Avanza ha disminuido, y se prevé que el oficialismo no alcance más del 35% de los votos. La situación económica es complicada, con una recesión leve y un consumo familiar en declive, lo que genera descontento entre la población.
El economista Pablo Moldovan advierte que octubre suele ser un mes difícil para las reservas, especialmente en años electorales. La incertidumbre y la cautela de los inversores podrían intensificarse en las próximas semanas, lo que podría llevar a una mayor volatilidad en los mercados y presiones cambiarias renovadas. La situación económica de Argentina se presenta como un desafío significativo en el camino hacia las elecciones.