La ciudad de Katmandú ha sido testigo de un ritual milenario con la investidura de Aryatara Shakya como nueva “ diosa viviente ” de Nepal. Con apenas dos años y medio, la niña ha sido seleccionada como Kumari , figura sagrada que encarna la pureza espiritual y la protección divina en una tradición que une el hinduismo y el budismo.

La ceremonia, cargada de solemnidad, marca el inicio de una vida extraordinaria para Aryatara, quien ha superado rigurosas pruebas físicas, astrológicas y espirituales . La Kumari representa la encarnación de la diosa hindú Taleju , y su presencia es considerada portadora de bendiciones y buena fortuna.

El proceso de selección es meticuloso. Participan sacerdotes, astrólogos reales y líderes religiosos , que evalúan criterios tan específicos como t

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