A los socios de la izquierda de la izquierda de Pedro Sánchez no les gustan las deducciones fiscales. Les parece que constituyen un «robo» al Estado de Bienestar que beneficia más a los suyos que a los otros, por no decir que a los otros –véase la clase media– casi les pilla de refilón. Pero, ¡oh sorpresa!, ha surgido un nuevo socio a la derecha de la derecha al que tampoco le gustan estas deducciones. Bueno, sí les gustan, pero solo para los suyos. Mire por dónde, lo mismo que le pasa a la izquierda de la izquierda. Ya no es que voten juntos, es que parece que hasta piensan lo mismo.

Me estoy refiriendo al ínclito Jordi Turull, conocido como el aguador del pelotón de Carles Puigdemont, al que, como fiel gregario, baja siempre al coche de asistencia para recoger cualquier gel o bebida iso

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