
El Gobierno de Portugal ha iniciado una investigación para esclarecer las graves deficiencias que presenta la macrogranja de patos más grande de Europa, ubicada en el distrito portugués de Santarém, en Benavente, como ha anunciado en un comunicado oficial . elDiario.es, que ha sido el primer medio de fuera de Portugal en sacar a la luz el caso, ha informado este martes de diversas irregularidades en la explotación. Entre ellas, suelos cubiertos de excrementos, aves vivas que conviven con cadáveres en descomposición, métodos de sacrificio ilegales y maltrato animal intencionado por parte de trabajadores.
Las imágenes que documentan esas irregularidades fueron grabadas entre los días 15 y 16 de julio por ARDE —una entidad de protección medioambiental y animal— y de ellas se desprende maltrato animal y suciedad extrema. La Dirección General de Alimentación y Veterinaria (DGVA), dependiente del Ministerio de Agricultura y Mar del Gobierno portugués, considera que las imágenes difundidas son de “máxima gravedad” e implican “prácticas contrarias a las normas de bienestar animal”. Por estas razones, han asegurado que han abierto diligencias para comprobar que corresponden a la explotación que opera bajo el nombre comercial de Marinhave y que gestiona Marinhave Sociedade Agro-vícola S.A.
La Dirección General de Alimentación y Veterinaria ha recordado que la macrogranja que se encuentra en estos momentos bajo el foco por sus presuntas prácticas irregulares no tiene ninguna actividad, debido a que el 5 de septiembre se confirmó un foco de gripe aviar. Así, el organismo público, dependiente del Ministerio de Agricultura y Mar portugués, ha afirmado que la introducción de nuevos patos en la granja solo será autorizada “después de la conclusión de las averiguaciones en curso y siempre que se compruebe el cumplimiento íntegro de los requisitos legales en materia de bienestar animal y bioseguridad”.
En este sentido, el Gobierno portugués ha remarcado que está realizando “acciones de inspección complementarias”, con el objetivo de recopilar información técnica que permita “evaluar la veracidad y el alcance de las situaciones denunciadas”. Por tanto, ha informado que la explotación se enfrentará a las sanciones que establece la ley en caso de que se haya vulnerado la normativa o se confirmara que ha habido maltrato animal. Finalmente, la Dirección General de Alimentación y Veterinaria ha insistido en que se reafirma en su “compromiso con el cumplimiento riguroso de la legislación nacional y europea en materia de bienestar animal, con la protección de la salud pública y con la defensa de la confianza de los ciudadanos”.
Por otro lado, el Servicio de Protección de la Naturaleza y del Medio Ambiente de la Guardia Nacional Republicana (equivalente al Seprona de la Guardia Civil en España) ha confirmado a este diario que hay una investigación en curso aunque ha evitado dar más detalles sobre el caso. Las diligencias se iniciaron después de la denuncia presentada por la asociación de protección medioambiental y animal ARDE.
Dos supermercados retiran el producto
A Marinhave es la explotación que opera bajo el nombre comercial de Marinhave y que gestiona Marinhave Sociedade Agro-vícola S.A. Esta empresa exporta sus productos a 20 países de cuatro continentes. En España, por cuestiones logísticas, es difícil saber en cuántos supermercados venden sus productos. Uno de ellos era Wenzhou supermarkets , que tiene establecimientos en Madrid y Fuenlabrada. Después de que este diario consultara al supermercado si era conocedor de la situación de la granja, ha respondido que la seguridad alimentaria y el bienestar animal “son prioridades para nuestra empresa, por lo que todos nuestros proveedores deben cumplir estrictamente con la normativa europea y con certificaciones de calidad reconocidas internacionalmente”.
Por este motivo, después de haber visto las imágenes y los vídeos, afirman haber pedido explicaciones al proveedor, con la cual han decidido dejar de trabajar, ya que “se aleja totalmente de nuestros principios de calidad, seguridad y bienestar”. A la pregunta sobre si los productos (pato congelado) todavía se podían comprar en el supermercado, la empresa ha respondido que “están retirados de la venta”. “Queda paralizado hasta que el proveedor nos indique cómo devolvemos la mercancía o si directamente procedemos a la destrucción”, han indicado. El producto ya no está disponible en la web .
Este diario también se puso en contacto este lunes por la mañana con Ichigo Market , un supermercado asiático de Lugo (Galicia), sin obtener respuesta en un primer momento. Después de una llamada de este martes por la mañana, en la cual se ponía de nuevo a la empresa en conocimiento de la situación, el supermercado ha informado que “no compra directamente a dicha granja” sino a importadores que “deben garantizar el cumplimiento estricto de las normativas europeas y nacionales en materia de bienestar animal, sanidad y seguridad alimentaria, así como de estándares de calidad reconocidos internacionalmente”. El supermercado, que ha asegurado que no dispone de ninguna unidad del producto de esta marca en sus tiendas, ha indicado que evitará futuras compras de productos de esta granja “hasta contar con total garantía de que se cumplen los estándares exigidos”.
Hay al menos dos empresas más que venden (o han vendido) productos procedentes de esta granja. Uno de ellos es el supermercado Mercaoriental , con tienda en Alcobendas (Madrid), que no ha respondido a las dos consultas realizadas por este diario, en el momento en que se publica esta noticia. Hiperasia es una empresa importadora y distribuidora de productos asiáticos al por mayor que realiza envíos por toda la península, según figura en su página web. Este diario se ha puesto en contacto con la empresa este martes sobre las nueve de la mañana para saber si iban a dejar de comercializar este producto.
“Hemos procedido a analizar el vídeo que nos facilitó y hemos identificado una discrepancia fundamental: los productos donde se grabó en nuestro supermercado, no se corresponden con los de la granja de la marca Marinhave”, ha respondido a este diario. Sin embargo, las imágenes se refieren al interior de la granja, no al de la empresa distribuidora. “El pato deshuesado es de nuestra propia marca Ama Asia y son importados desde China y las patas de pato vienen de otro proveedor de España”, han afirmado. “Lamentamos que se esté atribuyendo incorrectamente esta situación a una marca con la que trabajamos, ya que genera una confusión e imagen negativa injusta para nuestro establecimiento”, han insistido, pese a que esta empresa no es mencionada en el primer reportaje que se publicó .
Después de contactar con la empresa, Hiperasia ha retirado el producto de su web . Sin embargo, este martes por la mañana todavía se podían adquirir 1,9 kilos de pato congelado de dicha marca a través de ella. Este diario ha vuelto a preguntar a la empresa si habían dejado de comercializar el producto. “Efectivamente, hemos tenido ese producto el año pasado pero ya no trabajamos” con él, han respondido. “Nuestra página web activada es https://www.hiperasia.com , donde los clientes hacen el pedido”, han asegurado, mientras que el producto en cuestión estaba alojado en un dominio que acaba en .org y que, según la distribuidora, “es una prueba que está haciendo mi compañero de marketing”.
Las imágenes muestran maltrato animal
De la grabación a la que ha accedido elDiario.es se desprenden irregularidades graves. En el exterior de la explotación se observa más de una decena de cubos llenos de patos muy jóvenes amontonados junto a cadáveres de aves, cáscaras de huevos y enjambres de moscas. En el interior, patos visiblemente heridos, enfermos e incluso agonizando, así como cadáveres que conviven con las aves vivas. Muchos de ellos tienen problemas de movilidad y otros tantos directamente no se pueden mover. La suciedad impera en las diversas áreas de la explotación.
Una de las imágenes más impactantes muestra un gran contenedor de gestión de cadáveres de patos, repleto de moscas y de larvas de gusano, en cuyo interior también hay uno vivo, que apenas se mueve, muy sucio y con el plumaje muy deteriorado. El exterior de una de las naves está lleno de suciedad y plumas que no han sido retiradas. A estas irregularidades y negligencias hay que sumar el desprecio y la violencia que muestran algunos operarios hacia los animales, a quienes dan patadas y golpean contra la pared o el suelo. Otros operarios los agarran del cuello y los lanzan a otros trabajadores para introducirlos en cajas. Los hechos descritos vulneran al menos algunos artículos de una directiva comunitaria y tres reglamentos europeos pese a que son de obligado cumplimiento.
La granja tiene certificado de calidad
La macrogranja , que tiene 12 naves de incubación, otras 39 para engordar a 270.000 patos y un matadero que tiene capacidad para sacrificar a unos 20.000 patos al día, dispone del sello de calidad BRC Global Standard Food Safety (GFSI). El certificado, que fue renovado por última vez por la empresa el 4 de diciembre de 2024, caduca el 21 de diciembre de este año, según la web de la granja .
BRCGS, la empresa que gestiona el sello de calidad, ha enviado un comunicado a este diario en el que ha defendido su labor ya que las auditorías de seguridad alimentaria son realizadas “por una red de organismos de certificación acreditados”. Así, BRCGS proporciona un marco “para ayudar a los fabricantes a cumplir con los requisitos legales y de seguridad alimentaria de los clientes”. La empresa certificadora ha remarcado que las obligaciones legales son responsabilidad de la empresa alimentaria y ha anunciado que “se tomarán las medidas apropiadas y se revisará en consecuencia el estado de su certificación” si se hubieran producido incumplimientos respecto a los requisitos.
En cuanto a Marinhave, la empresa respondió a las consultas de este diario con documentación que muestra las formaciones en bienestar animal que han realizado sus empleados entre 2022 y 2025 y cuyo objetivo es cumplir con la legislación vigente. Además, facilitaron documentación que indica que la empresa inició en mayo de este año el proceso de certificación del sello Welfair de bienestar animal. Una de las empresas certificadoras de Welfair es AENOR. “Creemos que las evidencias anteriores muestran claramente el empeño de la administración de Marinhave en asegurar el bienestar animal de sus animales”, aseguró la empresa que explota la granja.
En cuanto a las malas prácticas e infracciones presuntamente cometidas por la granja y que en España ha desvelado en primicia elDiario.es , explican que la documentación enviada evidencia que “no resultan de una política deliberada de Marinhave, sino de desvíos puntuales de comportamiento de algunos individuos, siendo estos fuertemente repudiados”. No obstante, reconocieron que dado que sus instalaciones son muy grandes “algo pueda escapar a la supervisión de las jefaturas”, por lo que se “estudiará la mejor forma de reforzar la fiscalización de los comportamientos de sus empleados, reduciendo o imposibilitando comportamientos erráticos”. “La videovigilancia interna será posiblemente una solución a adoptar”, aseguraron.
Finalmente, en su comunicado, respondieron que implementarían medidas “con el fin de elevar los estándares de bienestar animal en su explotación, en particular la administración de nuevas formaciones y la implementación de la Certificación Welfair”. En cuanto a la situación actual, han informado que, de forma inmediata, “se llevará a cabo un proceso para intentar encontrar a los responsables de algunas de las malas prácticas” y que “se pondrán en marcha procedimientos de control de las operaciones sin previo aviso”.
AENOR se desvincula de la granja
Respecto a AENOR, una de las entidades certificadoras del sello de bienestar animal Welfair, se ha desvinculado completamente de la macrogranja portuguesa. En un correo electrónico enviado este martes, afirma que “no mantiene ningún certificado con Marinhave Sociedade Agro-vícola S.A ni tiene abierto ningún expediente con esta empresa. De hecho, no tenemos ningún certificado vigente relativo a instalaciones de patos”.
En este sentido, han afirmado que Marinhave solicitó información en enero de 2024 sobre la certificación de bienestar animal, cuando Welfair no tenía vigente el protocolo de certificación relativo a patos. “Se les respondió en este sentido”, han insistido fuentes de AENOR. Cabe aclarar que este diario en ningún momento ha afirmado que AENOR ha otorgado el sello de bienestar animal Welfair a la granja que está en el punto de mira de las autoridades portuguesas por presuntas infracciones administrativas en materia sanitaria y de bienestar animal.