Sólo era media mañana y muchas familias ya sentían angustia por cómo estarían sus hijos en los colegios, si el agua inundaría los centros, si podrían ir a recogerlos… Muchos, incluso, se planteaban la opción de recogerlos y llevárselos a casa aunque estuviera diluviando. La orden del Govern era clara: los estudiantes debían permanecer en los centros educativos hasta las cuatro de la tarde, momento en que previsiblemente estaría vigente la alerta roja de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de Balears. “Los niños deben permanecer en los centros al menos hasta las 16 horas”, indicaba el aviso de la secretaría autonómica de desarrollo Educativo de la conselleria en la circular que remitían a los centros sobre las doce y media de la mañana. Una orden en la que se insistía a las 13.48
Alerta por tormenta en Ibiza: “Caos”, preocupación e inundaciones en los colegios e institutos de Ibiza

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