Pero todo cambió en la quinta entrada, cuando el bate de Seiya Suzuki rompió el hechizo de Nick Pivetta.

Un disparo de 424 pies hacia el jardín izquierdo-central no solo empató el juego 1-1, sino que encendió la chispa que los Cachorros de Chicago necesitaban. "Fue un momento mágico, la gente explotó. Sabíamos que esto podía ser el inicio de algo grande" , comentó un fanático entre la multitud de 39,114 asistentes .

Lo que siguió fue aún más impactante: Carson Kelly , receptor y orgulloso nativo de Chicago, conectó un elevado que rozó el muro del jardín izquierdo-central. El brazo en alto al pisar primera base dejó claro que no era solo otro jonrón, sino una declaración de intenciones.

Récord histórico: Primer par de jonrones consecutivos en playoffs desde Montero y Fow

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