
El Gobierno de Cuba manifestó este martes "su profunda preocupación y rechazo" por la decisión de excluir a su país de la X Cumbre de las Américas, que se celebrará en diciembre próximo en la ciudad dominicana de Punta Cana, al considerar que se trata de una imposición de EE.UU.
"Esta decisión constituye una evidente claudicación ante las brutales presiones unilaterales del secretario de Estado estadounidense [Marco Rubio]", se afirma en un comunicado publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores en su portal web.
Para La Habana, la medida –que también afecta a Nicaragua y a Venezuela–supone la consolidación de "la involución histórica en este sistema de cumbres" y hace "imposible un intercambio respetuoso y productivo de la América Latina y el Caribe con la potencia imperialista, que vuelve a usar la 'política de cañoneras' y la Doctrina Monroe " contra la región.
"De persistir esta decisión, prevalecerán la subordinación y el sometimiento al vecino voraz y expansionista, que amenaza la paz, seguridad y estabilidad regionales en abierto desafío a la Proclama de la América Latina como Zona de Paz y comunidad de Estados independientes y soberanos en ejercicio de la libre determinación, en unidad basada en la diversidad", advierte el texto. De igual manera, llama a recordar los efectos negativos que ha tenido esa política discriminatoria en anteriores citas continentales, expresada en la inasistencia de varios jefes de Estado y de Gobierno como forma de protesta.
"Una Cumbre de las Américas construida sobre la exclusión y la coerción está condenada al fracaso. No puede hablarse seriamente de 'diálogo político' de Nuestra América con los EE.UU. sobre bases de censura y exclusión, de inequidad y abuso […]. Reiteramos nuestra disposición al diálogo respetuoso y constructivo, en condiciones de igualdad soberana y sin exclusiones", remata el documento.