El supuesto “plan de paz” impulsado por Donald Trump junto con algunos países árabes que no desean la guerra, y que consta de 21 puntos, no ofrece una salida real ni justa al conflicto palestino. Más bien, consolida la ocupación israelí y pospone indefinidamente la creación de un Estado palestino soberano.

Su objetivo principal —un alto el fuego permanente en Gaza— es apenas un paliativo frente a 17 años de bloqueo, bombardeos constantes y crímenes documentados contra la población civil. En sus 21 apartados, el plan elude lo esencial: no se reconoce el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación ni se menciona la creación de un Estado palestino independiente.

Lo que se propone es una administración provisional dirigida por Tony Blair, como para recordar el mandato británico que f

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