El gobierno parece convencido de que podrá arrastrar la crisis de inseguridad hasta el día de su partida. Algo de eso transpira cuando el ministro del Interior les cuenta, con la cara seria, a los choferes baleados y asesinados a mansalva que no hay dinero suficiente para ayudarlos. El estado de emergencia que piden los choferes cuesta S/43 millones, dice Malaver.
El argumento del dinero es grotesco en un gobierno que se jacta de su prosperidad y gasta a manos llenas. Pero no es tan vergonzoso como el de la ineficacia. Los choferes dicen que los crímenes contra ellos tienden a quedar impunes, mientras que los autores de crímenes “mediáticos” (orquestas y otros) son perseguidos y por lo general capturados.
Algo que los choferes no han dicho, pero que cabe pensar, es que el gobierno está c