La falta de acuerdo presupuestario forzó la detención de funciones en sectores clave, alterando pagos, trámites y el funcionamiento cotidiano de oficinas estatales en todo el país

El gobierno de Estados Unidos inició este miércoles un nuevo cierre tras el fracaso en el Congreso para aprobar un presupuesto antes del plazo legal.

La falta de consenso entre demócratas y republicanos paralizó gran parte del aparato estatal y dejó en suspenso la continuidad laboral de cientos de miles de empleados federales. Las consecuencias ya se hacen sentir en agencias de todo el país, en la provisión de servicios públicos y en el clima de inestabilidad política en Washington.

Negociaciones fallidas y condiciones impuestas

El desencadenante fue el estancamiento en las negociaciones entre republ

See Full Page