El Gobierno de Estados Unidos entró en un cierre oficial después de que el Congreso fracasara en aprobar un acuerdo de financiación en el Capitolio, marcando el primer colapso de este tipo desde 2019. La parálisis legislativa refleja un enfrentamiento entre republicanos y demócratas que, tras semanas de negociaciones fallidas, no lograron alcanzar un consenso para mantener operando la administración federal. La consecuencia inmediata: cientos de miles de empleados públicos suspendidos sin salario y un país en incertidumbre sobre cuánto tiempo durará esta crisis.

El núcleo de la disputa es el futuro de los subsidios ampliados del Obamacare, un programa que ha permitido que millones de estadounidenses accedan a seguros de salud más asequibles desde 2021. Los republicanos exigen una extensió

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