**Cierre del Gobierno de EE.UU.: ¿Qué significa y cómo te afecta?** Estados Unidos se enfrenta a un posible cierre del gobierno federal, que podría comenzar a las 00:01 horas del miércoles 1 de octubre. Este cierre se produce debido a la falta de un acuerdo presupuestario entre los republicanos y demócratas en el Congreso. Si no se aprueba la financiación necesaria, muchas agencias y servicios considerados no esenciales cesarán sus operaciones. Un cierre del gobierno ocurre cuando el Congreso no logra aprobar el financiamiento antes de que expire la asignación vigente. En este caso, el estancamiento legislativo ha llevado a que el presidente Donald Trump y los líderes republicanos no lleguen a un consenso con los demócratas, quienes exigen la inclusión de una prórroga de subsidios en atención médica. Durante un cierre, los empleados federales que no son considerados esenciales verán suspendidos sus salarios, aunque algunos seguirán trabajando en planes de contingencia. Sin embargo, los servicios esenciales, como el Servicio Postal, la defensa y la atención médica, continuarán operando. Los trabajadores designados como "esenciales", que incluyen a militares activos y agentes de seguridad, deberán permanecer en sus puestos, aunque no recibirán pago hasta que se reabra el gobierno. Por otro lado, la Administración del Seguro Social mantendrá la entrega de cheques, pero suspenderá nuevos trámites y atención directa. El impacto de un cierre del gobierno puede ser significativo. Durante el cierre de 2018-2019, se estimó que la economía estadounidense perdió 11 mil millones de dólares. Además, la paralización de funciones públicas puede generar demoras en aeropuertos y afectar la atención médica en bases militares, que se limitará a casos urgentes. La duración del cierre dependerá del nivel de enfrentamiento entre los partidos. Actualmente, el foco de la disputa son los programas de salud y la prórroga de subvenciones de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio. Desde 1981, ha habido 14 cierres gubernamentales, siendo el más largo el de diciembre de 2018, que duró 34 días. Para poner fin a un cierre, el Congreso debe aprobar una nueva ley de financiación, que debe ser firmada por el presidente. La situación actual refleja la polarización política en Estados Unidos, donde las negociaciones presupuestarias a menudo se estancan, afectando a millones de ciudadanos y a la operatividad del gobierno federal.