En medio de las advertencias de Rusia, Estados Unidos está considerando la solicitud de Ucrania de misiles de crucero Tomahawk, que podrían mejorar significativamente las capacidades de ataque de largo alcance de Kiev para presionar a Moscú a que ponga fin a su agresión, aunque persisten desafíos técnicos y políticos.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha instado a la administración de su colega estadounidense, Donald Trump, a suministrar estos misiles, capaces de viajar 1.600 kilómetros a 800 km/h con una carga explosiva de 450 kg, a pesar de la afirmación de Moscú de que no alterarían la trayectoria de la guerra.

Un arma importante

El misil Tomahawk no sería «una bala de plata para detener inmediatamente la guerra», pero es un arma que Ucrania «necesita imperiosamente», dijo

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