Estados Unidos vive un nuevo cierre parcial de su gobierno federal, después de que republicanos y demócratas no lograran aprobar el presupuesto a tiempo. El bloqueo en el Congreso ha paralizado a varias oficinas del Estado y expuso otra vez la profunda división política que domina a Washington bajo el liderazgo de Donald Trump.

Un cierre ocurre cuando no hay fondos para financiar las operaciones de las instituciones públicas, lo que obliga a suspender actividades consideradas no esenciales. Más de 750,000 empleados federales fueron enviados a su casa sin pago o deben trabajar gratis, mientras solo continúan funciones críticas como seguridad nacional, aeropuertos y fuerzas armadas. Aunque el golpe económico es real, el trasfondo es esencialmente político.

La disputa tiene como eje al pres

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