Israel ha comenzado la operación para interceptar los 44 navíos de la flotilla a Gaza a menos de 100 millas de la costa y dentro de la “zona de alto riesgo”. Son más de 20 embarcaciones las que se aproximan a gran velocidad, según informa la flotilla.

Según había informado la radio pública israelí, el plan de la armada es que, una vez detenidos, sean trasladados al puerto de la cudad de Asdod, en Israel, donde serán interrogados y deportados como en ocasiones anteriores.

Integrantes de la flotilla señalaron a elDiario.es cerca de las 19h que habían visto una decena de barcos israelíes aproximándose a los barcos con ayuda humanitaria para impedir su llegada a la Franja.

El diputado de Compromís Joan Bordera ha señalado en un mensaje de vídeo: “Estamos a punto de ser interceptados por un bloqueo militar de más de 10 embarcaciones, no sabemos qué va a ocurrir, pero no va a ser agradable. Los gobiernos nos han dejado tirados, esa es la realidad, pero solo es una millonésima parte de lo que está sufriendo el pueblo de palestina”.

La exdiputada bonaerense Cele Fierro, que participa en la misión pacífica, ha señalado en una publicación en X que los activistas han activado los protocolos de seguridad tras detectar los radares de la flotilla que había embarcaciones acercándose “a gran velocidad”.

El convoy salió de Barcelona el pasado 30 de agosto y durante el mes de trayectoria han sufrido varios ataques con drones y artefactos incendiarios. Esta madrugada también denunciaron una maniobra intimidatoria por parte de un buque de guerra israelí que obligó a algún barco a cambiar bruscamente de trayectoria para evitar una colisión.

Horas antes de la intervención israelí, la eurodiputada italiania Benedetta Scuderi conversaba con elDiario.es desde uno de los barcos de la flotilla. “Pensábamos [que la operación de Israel] podría ser durante el día, pero el sol está cayendo y no vemos barcos en el horizonte, así que creemos que probablemente pase de noche. Si no es así, estaríamos ya muy cerca de Gaza”.

Italia y España habían enviado embarcaciones militares para llevar a cabo labores de asistencia y rescate en caso de que Israel ataque la flotilla en aguas internacionales. Sin embargo, los dos se quedaron a 150 millas de la costa de Gaza y no entraron en la que se considera “zona de alto riesgo”. Por el contrario, animaron a los activistas a abandonar su misión, pero ninguno lo hizo.