Venezuela comenzó este 1 de octubre a celebrar una Navidad anticipada, una decisión tomada nuevamente por el presidente Nicolás Maduro, en un contexto marcado por tensiones con Estados Unidos, dificultades económicas y la persistente incertidumbre política tras las presidenciales de 2024.

El día a día del país mantiene una relativa normalidad: estudiantes asisten a clases, los trabajadores cumplen con sus jornadas, las calles registran tráfico, los comercios permanecen abiertos y las playas reciben bañistas, aunque en paralelo continúan movilizaciones convocadas por el Gobierno como respuesta al despliegue militar estadounidense cerca de sus aguas.

Para el Ejecutivo venezolano, esta presencia de Washington constituye una “amenaza a la soberanía”, por lo que ha insistido en el alistamient

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