Las intervenciones del presidente Gustavo Petro en Nueva York, especialmente en la ONU, no han podido ser más pertinentes. Los temas que trató así lo indican: cambio climático, política antidrogas, genocidio en Gaza y críticas a Trump.

Pero lo más importante no ha sido el temario, sino el tono, el énfasis, la fuerza emocional que le imprimió a cada mensaje. Y quiero resaltar estos aspectos porque en política muchas veces lo que importa no es tanto lo que se dice, sino la forma de decirlo , ese corazón que se pone en cada palabra, en cada frase, en cada gesto, en cada hecho que se comunica.

Lamentablemente, en el campo político lo que priman son los intereses. Por eso no debe extrañarnos que diversos partidos y dirigentes de la oposición colombiana se hayan dado a la tarea de girar s

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