
El portavoz oficial del Kremlin, Dmitri Peskov, ha comentado este jueves los reportes de que Washington planea intensificar su apoyo al régimen de Kiev e incluso suministrarle misiles de crucero Tomahawk , de producción estadounidense.
"Representantes del liderazgo estadounidense declararon esta semana en entrevistas la posibilidad de suministrar tales misiles [a Ucrania]. Y, en general, admitieron la posibilidad de ataques en la profundidad del territorio ruso ", señaló el vocero en declaraciones al periodista ruso Pável Zarubin.
"Este es, por supuesto, un síntoma bastante peligroso , y no puede pasar desapercibido en Moscú. Lo hemos notado. Y si esto sucede, se producirá una nueva y seria ronda de tensiones que requerirá una respuesta adecuada por la parte rusa", manifestó.
No obstante, Peskov destacó que no existen "armas mágicas" que puedan ayudar al régimen de Kiev a cambiar el transcurso de los combates en la zona de la operación especial militar. "También queda en evidencia el hecho de que no existe una píldora mágica ni un arma mágica para el régimen de Kiev . Ningún arma puede cambiar radicalmente el curso de los acontecimientos", concluyó.
Posible envío de Tomahawks
A finales de septiembre, The Wall Street Journal informó que el jefe del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski , había solicitado al presidente estadounidense, Donald Trump , el suministro de misiles Tomahawk.
En ese contexto, el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, admitió que Washington está discutiendo la venta de este armamento a países europeos para su posterior transferencia a Ucrania , señalando que la "determinación final" sobre esta cuestión sigue en manos de Trump.
Paralelamente, el representante especial del presidente estadounidense para Ucrania, Keith Kellogg, declaró que el mandatario no se opone a los ataques de largo alcance contra Rusia, aunque todavía no ha tomado una decisión sobre el suministro de misiles Tomahawk .
Por su parte, expertos indicaron que los Tomahawks serían inútiles para Ucrania, ya que el país no tiene la capacidad de lanzarlos . Por otra parte, las existencias estadounidenses de Tomahawks y sus sistemas de lanzamiento son demasiado escasas y valiosas como para que el Pentágono acepte desprenderse de ellas, agregaron.