La Flotilla ha concluido su singladura de la manera en que se sabía que iba a acabar. Lo sabían ellos, lo sabían los israelíes, lo sabían los gazatíes, lo sabía usted y lo sabía yo. ¿O alguien pensaba que iba a ser diferente?
El guion estaba escrito de antemano, aunque después se remoloneara un poco a la manera de “hasta aquí podemos leer”, como en el Un, dos, tres , como si hubiera una sorpresa final, cuando todos sabían que lo que había era una calabaza, si es que lo que se quería era llevar ayuda de verdad, o el apartamento en Torrevieja, Alicante, si se trataba de llamar la atención y liarla.
(Italia y Grecia pidieron a la Flotilla que entregaran el material humanitario en Chipre, de donde sería transferido al Patriarcado Latino de Jerusalén, una institución de la iglesia católica