La primatóloga y etóloga Jane Goodall nos ha dejado un legado gigantesco. Sus descubrimientos sobre el comportamiento de los chimpancés constatan que compartimos con ellos mucho más que un ancestro común. Desde el lenguaje, que ella dominaba, hasta usar herramientas para agilizar las tareas, el sentimiento del duelo y del amor, la unión durante décadas entre madre e hijo o, incluso, la guerra entre hermanos.
Todas estas constataciones, fruto de su atención y curiosidad, de su constancia y su valentía, surgen porque los chimpancés, como nosotros, viven en sociedad. Con problemas de jerarquía y convivencia, con historias de solidaridad y ayuda y también de felicidad y alegría. Me pregunto si algún chimpancé se ha sentido alguna vez solo viviendo en comunidad.
Jane Goodall nunca se rindió,