La misma semana que se ha celebrado el salón The District en Barcelona, desalojaban una pequeña residencia en el Eixample, la quinta en lo que llevamos de año. Pronto cerrarán dos más. Se calcula que, desde el 2020, el distrito habrá perdido doscientas cincuenta plazas geriátricas, y que hay unos mil ancianos tutelados en el centro de la ciudad afectados por empresas y fondos de inversión que compran edificios enteros y los dedican a la explotación inmobiliaria. Algunos mayores se reubicarán junto a los mismos trabajadores en un equipamiento de Poblenou. Los menos afortunados irán a un sitio nuevo, lejos de su paisaje cotidiano, rodeados de gente a la que no conocen.
Al grave problema del acceso a la vivienda, la gentrificación añade la expulsión de quienes llevan toda la vida en el mismo