CIUDAD DE MÉXICO.- Ante la mala fama por vehículos de baja calidad y falta de refacciones, el gigante asiático implementará a partir de 2026 un estricto sistema de licencias de exportación, especialmente para eléctricos. La medida coincide con la propuesta de México de imponer aranceles del 50% a autos chinos, un golpe directo a BYD y Tesla.
El gobierno chino ha decidido tomar cartas en el asunto para contrarrestar la percepción negativa que rodea a sus automóviles en mercados internacionales como México. A través de una nueva normativa que entrará en vigor en 2026, Pekín busca asegurar que solo los vehículos de calidad, con soporte postventa y refacciones adecuadas, puedan ser exportados, marcando un punto de inflexión en su estrategia global automotriz.
La nueva regulación china: Ca