La certidumbre jurídica y el Estado de Derecho son pilares indispensables para fortalecer la democracia y la competitividad.
En una democracia robusta, las instituciones equilibran el poder y protegen los derechos ciudadanos. En México, ciertas reformas legales y decisiones de política pública parecen operar en sentido inverso. En lugar de limitar al gobierno, como corresponde a un sistema republicano, están restringiendo al ciudadano y al sector privado.
En el plano económico se acumulan señales de vulnerabilidad, como el bajo crecimiento, el deterioro financiero de empresas estatales y unas finanzas públicas deficitarias con poco margen de maniobra. A ello se añaden tensiones externas, como los ajustes comerciales en América del Norte, y decisiones internas que pueden reducir los canal