
Miembros de la flotilla que trató de llegar a Gaza este miércoles aseguran haber sido objeto de “agresiones, amenazas y acoso” por parte de las autoridades israelíes, “incluyendo haber sido despertados violentamente cada vez que intentaban dormir”. Así lo ha anunciado la Global Sumud en un comunicado, en el que informan de que los abogados de la ONG Adalah se han reunido con 331 tripulantes en las últimas 24 horas.
“Los derechos de los participantes fueron sistemáticamente vulnerados durante todo este proceso. Además de ser privados de acceso a agua, baños y medicamentos, también se les negó el acceso a abogados, lo cual violó sus derechos básicos al debido proceso, a un juicio justo y a la representación legal”, denuncian desde la flotilla. Y añaden: “Todo el proceso es ilegal de principio a fin. La propia interceptación violó el derecho internacional, constituyendo un secuestro en aguas internacionales”.
Según defiende la embarcación de activistas, “no puede sostenerse” la justificación de Israel para la detención, puesto que “el propio bloqueo es ilegal, constituye un castigo colectivo y funciona como una herramienta central del genocidio en curso”.
El cónsul sólo accede a una parte de los españoles
El cónsul en Tel Aviv sólo ha podido contactar con una parte de los integrantes españoles de la Flotilla de Gaza, según ha informado el Ministerio de Exteriores, que asegura que ha tenido acceso al centro en el que se encuentran retenidos por Israel y que volverá “hasta que haya podido visitar a todos los españoles y españolas y estén todos y todas libres y de regreso a España”. El ministro, José Manuel Albares, está en contacto con representantes de los familiares de los miembros de la Flotilla.
Por el momento, el Gobierno no está adoptando ninguna medida por la interceptación de los barcos con tripulantes españoles en aguas internacionales, aunque Pedro Sánchez aseguró que estudiarían las posibles actuaciones una vez que estén de vuelta en casa.
El ministro ultra israelí Ben-Gvir visita a los detenidos para insultarlos
El ministro de Seguridad israelí, Itamar Ben-Gvir, acudió en la noche del jueves al puerto de Ashdod, lugar al que la Armada había trasladado a los activistas de la Global Sumud Flotilla, para increparlos e insultarlos.
Según un vídeo difundido en redes sociales, el ministro ultra les gritó a los detenidos, todos ellos sentados en el suelo, que eran “terroristas” y “defensores de asesinos”. “Sus barcos son un desastre total”, aseguró mientras los señalaba y les decía que no iban a Gaza a “ayudar”: “Han venido a apoyar a los terroristas”. Los activistas le respondieron con algunos gritos de “Palestina libre”.
Posteriormente, Ben-Gvir se subió a uno de los barcos de la flotilla que el Ejército israelí trasladó a puerto para insistir en la idea de que no llevaban ayuda humanitaria: “Yo no veo nada aquí”. “Esto era todo una gran fiesta. No ayuda, no humanitaria”, concluye, mientras sale de la embarcación.