Con los pájaros trinando entre sus pinos y acacias, el kibutz Nir Oz era un oasis en medio del desierto del Néguev. Para quienes vivían aquí, judíos muchos de ellos emigrados de otros países que se dedicaban a la agricultura y convivían como una gran familia, era un paraíso. Pero hace ahora dos años, aquella horrorosa mañana del 7 de octubre de 2023, se convirtió en un infierno por el salvaje atentado de Hamás , que dejó en total 1.200 muertos y 251 secuestrados que fueron llevados a la franja de Gaza , a solo dos kilómetros. Tras las liberaciones anteriores, allí quedan todavía 48 rehenes, de los que se cree que 20 siguen con vida y el resto están muertos. El destino ha querido que, justo dos años después, se abra una puerta a la esperanza para que puedan regresar al aceptar Hamás esa par

See Full Page