Cada vez más, los hogares y las familias jóvenes en el mundo han optado por dejar de tener hijos y, en su lugar, deciden tener mascotas. Esta tendencia creciente ha cambiado ciertas dinámicas que antes se consideraban una tradición en los núcleos familiares.
Tras la mayor relevancia que han cobrado las mascotas, las ciudades se han ajustado a ello con una serie de normativas para garantizar el bienestar, tanto de los animales, como de los peatones y familias, entre otros actores. Hay una costumbre muy común en los lugares residenciales, de contratar paseadores de perros.
Este servicio permite que los dueños garanticen los paseos de sus mascotas mientras están fuera de casa, ya sea por trabajo u otras actividades que les toman buena parte del día, teniendo en cuenta que los perros necesit