### La guerra del narco: un ciclo sin fin en México
Más de un año ha pasado desde la captura de Ismael "El Mayo" Zambada García, uno de los líderes fundadores del Cártel de Sinaloa. Su arresto ha desencadenado una violenta lucha entre las facciones del cártel, conocidas como Los Chapitos, liderados por Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán, y Los Mayos, dirigidos por Ismael Zambada Sicairos, alias Mayito Flaco, hijo de El Mayo Zambada.
Zambada ha criticado abiertamente la estrategia del gobierno mexicano en la lucha contra el narcotráfico. En una entrevista de 2010, afirmó que el narcotráfico está profundamente arraigado en la sociedad, al igual que la corrupción. "El problema del narco envuelve a millones. ¿Cómo dominarlos?", cuestionó, sugiriendo que las acciones del gobierno no cambiarán el sistema criminal.
El capo ejemplificó su punto diciendo: "Un día decido entregarme al gobierno para que me fusile. Mi caso debe ser ejemplar, un escarmiento para todos. Me fusilan y estalla la euforia. Pero al cabo de los días vamos sabiendo que nada cambió". Estas declaraciones reflejan no solo su perspectiva sobre el narcotráfico, sino también sobre la ineficacia de las políticas estatales.
Zambada también criticó los operativos militares implementados durante la llamada "guerra contra el narcotráfico" iniciada por el expresidente Felipe Calderón y que continúa bajo la administración de Claudia Sheinbaum. Según él, estos operativos han causado terror en la población civil y han dejado víctimas inocentes. Los llamados "Culiacanazos" son un claro ejemplo de la brutalidad de estas acciones, que han resultado en enfrentamientos mortales y daños colaterales en varios estados, incluyendo Sinaloa, Tamaulipas y Michoacán.
Desde su perspectiva, la estrategia del gobierno es ineficaz porque no aborda las causas profundas del narcotráfico. Zambada sostiene que ninguna intervención, por más aparatosa que sea, logrará afectar el curso real de las operaciones ilícitas. Esta situación se refleja en los conflictos actuales entre las fuerzas de seguridad y diversos cárteles, como el Cártel del Golfo y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El narcotráfico, según Zambada, está infiltrado en todos los niveles de la política mexicana. Esta infiltración, resultado de una herencia histórica de complicidades, ha permitido que el comercio ilegal de drogas prospere. Zambada advirtió que la corrupción no solo afecta a mandos locales, sino que es un fenómeno transversal que bloquea cualquier intento de erradicación del problema.
La entrevista también abordó la figura del presidente de la República, sugiriendo que ni él conoce la magnitud del desafío que representa el narcotráfico. Zambada afirmó que los colaboradores del presidente suelen engañarlo, reportando avances ficticios que mantienen al Ejecutivo en una posición vulnerable.
A raíz de la captura y extradición de Zambada a Estados Unidos, sus declaraciones han cobrado nueva relevancia. La frase "el negocio sigue aunque uno caiga" resuena con la continuidad de las operaciones del cártel, a pesar de los golpes recibidos. La situación actual del narcotráfico en México sigue siendo un ciclo de violencia y complicidad que parece no tener fin.