La narcogentrificación elevó los precios de viviendas y servicios en barrios de varias ciudades mexicanas. El fenómeno combinó la gentrificación tradicional con la influencia del narcotráfico, donde el dinero ilícito impulsó la compra de propiedades y negocios locales.

Culiacán registró un aumento en el valor inmobiliario impulsado por inversiones del narcotráfico. Este crecimiento provocó que muchos residentes originales fueran desplazados de sus barrios, modificando la estructura social y la convivencia comunitaria.

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Mazatlán también presentó presencia de dinero del crimen organizado en el mercado inmobiliario. La llegada de estas inversiones elevó los p

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