Hoy se cumplen dos años desde que el ex gobernador regional de Junín, Vladimir Cerrón, el dueño de Perú Libre, el partido que llevó al poder a Pedro Castillo y Dina Boluarte, junto a una considerable bancada parlamentaria, pasó a la clandestinidad tras recibir del Poder Judicial, en segunda instancia, una condena de tres años y medio de prisión efectiva por el delito de colusión agravada por el caso Aeródromo Wanka, un proyecto que este sujeto se empeñó en sacar adelante a pesar de que no contaba con la aprobación de ninguna entidad del Estado.
Pero lo único grave no es que Cerrón esté en libertad, sino la certeza de que cuenta con el apoyo de gente poderosa para mantener esa condición, que además le permite burlarse de la justicia y de todos los peruanos a través de las redes sociales, d