Cinco meses después del anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el Consejo de Ministros ha aprobado el real decreto que regula las nuevas ayudas directas para la compra de gafas y lentillas a los niños, niñas y adolescentes de hasta 16 años.

El programa marca un tope de 100 euros por persona beneficiaria y cubre lentes graduadas y de contacto, aunque estas últimas de momento solo durante un año. Cuenta con un presupuesto de casi 48 millones de euros entre 2025 y 2026, y la previsión es que las familias puedan empezar a acceder a estas subvenciones antes de que acabe el año. “Ver bien no puede depender del bolsillo de cada familia, como no pasa con las vacunas u otros tratamientos a los que tienen acceso los ciudadanos de nuestro país”, ha señalado la ministra de Sanidad, Mónica García, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

¿Cómo se gestionará? Las ópticas aplicarán directamente el descuento en la compra y después gestionará el reembolso por los productos dispensados con el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO), designado como “entidad colaboradora” por el Ministerio de Sanidad para gestionar estas ayudas. Esta entidad asumirá la función de coordinarse con los establecimientos y verificarán que se cumplen las condiciones.

“La compra de gafas o lentillas deberá formalizarse hasta el 31 de diciembre de 2026 aunque los pagos correspondientes a operaciones realizadas en el mes de diciembre podrán ejecutarse durante el ejercicio 2027, garantizando así la cobertura efectiva y el cierre contable de la medida”, precisan desde el Ministerio de Sanidad.

Al margen de la renta

La medida a la que este martes se ha dado luz verde definitiva estaba contemplaba el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar: “Un programa específico de ayuda directa para la compra de gafas y lentillas a menores de 18 años para familias con menos recursos”. Sin embargo, finalmente la apuesta ha sido más ambiciosa y la incorporación de esta prestación de salud visua será universal, es decir, no acotada por renta.

“Responde a una necesidad de salud pública y a la voluntad de reducir barreras económicas que dificultan el acceso a sistemas de ayuda visual en la infancia”, apuntan desde Sanidad, que finalmente ha incluido a los niños, niñas y adolescentes de hasta 16 años. En el anuncio de mayo, las ayudas quedaban limitadas a menores de esa edad.

La demanda también viene del Congreso de los Diputados.  La Cámara Baja aprobó por unanimidad a principios de abril una proposición de ley  para garantizar la gratuidad de las gafas para niños, niñas y adolescentes. La iniciativa llegó a Madrid de manos de Adelante Andalucía previo respaldo también unánime en el Parlamento andaluz.

Aumento de problemas de visión

Los problemas de visión en la infancia –miopía, hipermetropía y astigmatismo– son cada vez más frecuentes. España no es de los países con más afectación –en Asia las cifras frisan el 80%–, pero se calcula que un 19% de los niños y niñas de entre cinco y siete años tenían miopía en 2024 . Las previsiones para 2030 es que el porcentaje se eleve hasta el 30%, según una estimación realizada por dos investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, Miguel Ángel Sánchez Tena y Cristina Álvarez Peregrina. Otras estimaciones sitúan que dos de cada cinco adolescentes necesitan gafas. La previsión, en todo caso, es que la prevalencia siga aumentando en todo el mundo debido al estilo de vida: pantallas, sedentarismo y menos actividades al aire libre.

“Numerosos estudios han constatado que los niños y niñas de familias en situación socioeconómica más desfavorecida acceden con menor frecuencia a las correcciones visuales necesarias, lo que perpetúa desigualdades sociales y educativas”, recuerda Sanidad. Con la ayuda es una “herramienta de equidad” para que “ninguna persona menor de edad quede excluida del derecho a una visión adecuada por motivos económicos”.