
Las primeras reacciones de la Casa Blanca a la concesión del Premio Nobel de la Paz señalan, como se anticipaba, que Donald Trump no se ha quedado contento. “El comité demostró que antepone la política a la paz”, se ha quejado en X el director de Comunicación de la Casa Blanca, Steven Cheung, al poco de conocerse que la elegida ha sido la venezolana María Corina Machado .
“El presidente Trump seguirá haciendo acuerdos de paz, poniendo fin a guerras y salvando vidas. Tiene corazón de humanitario, y nunca habrá nadie como él que pueda mover montañas con la pura fuerza de su voluntad”, ha alabado Cheung.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también ha lamentado la decisión del comité noruego. “El Comité del Nobel habla de paz. El presidente Trump la hace realidad. Los hechos hablan por sí solos. El presidente Trump se lo merece”, ha comentado, también en X, a la publicación anterior de Cheung.
Otro colectivo que ha mostrado su decepción porque Trump no haya ganado el premio es el Foro de las Familias de Rehenes israelíes en Gaza, que ha reiterado en un comunicado que “ningún líder ni organización ha hecho más por la paz mundial que el presidente Donald J. Trump”, quien “trabaja incansablemente” para la liberación de los retenidos por Hamás. “Su compromiso para traer a casa a todos los rehenes y poner fin a esta guerra no depende de premios ni reconocimientos”, aventura la nota.
La fijación de Trump con el Premio Nobel es notoria desde su primer mandato. Muchos líderes mundiales vienen aprovechando esta circunstancia en los últimos tiempos, elogiando las pretendidas credenciales pacifistas del presidente estadounidense para tratar de convencerlo de que apoye sus respectivas causas.