El exalcalde de Cali Jorge Iván Ospina es un embajador de papel . Pese a que su llegada al Gobierno nacional, para representar al país en Palestina, se anunció con bombos y platillos, hoy, su nombramiento está en el limbo. No tiene sede diplomática, tampoco credenciales y mucho menos salario. La asignación quedó en el reporte del olvido, y su cargo, bajo estas condiciones, no sirve para nada.

Ospina, quien desde su ejercicio como alcalde de Cali se mostró abiertamente petrista, recibió acogida en el Gobierno del cambio cuando finalizó su periodo al frente de la capital del Valle; no obstante, y según él mismo reconoce, todo fue parte de un show mediático que, en el fondo, no representó mayor avance.

El exmandatario asegura que “día de por medio” escribe a la Cancillería para encontra

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