Fotos: Emmanuel Briane y Archivo LN.
“No quiero hacerles nada, dame la plata”, le dijo un delincuente a un empleado de una heladería ubicada en la zona de Villa Irupé, a quien amenazó con un arma y le sustrajo unos 61 mil pesos de la recaudación.
A partir de una cámara privada la Policía detectó que al escapar el sujeto arrojó la pistola debajo de un automóvil. Lograron hallarla y descubrieron que se trataba de una réplica de plástico.
Hasta allí parecía que todo había salido a pedir del ladrón, aunque no tomó en cuenta que poco después de consumar el robo fue filmado por otro sistema de seguridad, lo que permitió que los investigadores pudieran reconocerlo.
Por el caso, la jueza del Tribunal en lo Criminal Nº 3, Daniela Fabiana Castaño, condenó en un juicio abreviado a Francisco Romá