La reconocida empresa mendocina de snacks Gonzalo cerró sus puertas en diciembre del 2024, tras 72 años de actividad y entró en concurso de acreedores con una deuda que, en ese momento, oscilaba los 130 millones de pesos. Si bien los 24 empleados que trabajaban en el lugar querían conformar una cooperativa de trabajo para continuar con la producción, el proyecto quedó trunco y el remate del establecimiento comercial es inminente.
Pasó casi un año desde que la emblemática fábrica de copetín mendocina cerró sus puertas dejando a 24 familias en la calle y con una deuda millonaria que incluía sueldos e indemnizaciones a los trabajadores del lugar.
El anhelo de formar una cooperativa de trabajo quedó lejos en el tiempo debido a la incompatibilidad de los procesos administrativos para ll