La inestabilidad política en el Perú exige reformas que devuelvan equilibrio al sistema. La experiencia reciente revela la urgencia de realizar al menos tres ajustes a nuestra forma de gobierno. Primero: prohibir la vacancia presidencial durante el último año de mandato, como contrapeso lógico a la restricción que impide al presidente disolver el Congreso en ese mismo periodo (artículo 134 CP). Esta medida busca evitar desequilibrios entre poderes y preservar la estabilidad democrática en la recta final del gobierno.
Segundo: elevar el umbral para la disolución del Congreso. En la actualidad, basta la censura o rechazo de confianza a dos gabinetes para activar esta facultad presidencial; sin embargo, retomar el estándar de la Constitución de 1979, que exigía tres censuras o rechazos de co