Hay tres méritos que nadie podrá negarle a Javier Milei. El primero, aceptado por todos, es haber pulverizado la inflación como nunca nadie lo hizo. El segundo, el haberse embanderado en la causa de destruir el huevo de la serpiente inflacionaria que es el déficit fiscal. El tercero, es la lucha contra la rapiña institucionalizada de los gobernadores, que desde el mismísimo Alberdi se vienen burlando del federalismo, del equilibrio fiscal, de la equidad presupuestaria y del Código Penal. Quede claro que la columna se está refiriendo a lo que dijo e hizo, no a lo que dijo y no hizo.
El modo de lograr esos objetivos ha merecido diversas objeciones y comentarios de todos los sectores en diversos sentidos, pero es innegable que el avance en esos aspectos fue de gran importancia no sólo eco