La aviación comercial y la generación de energía llevan décadas persiguiendo un mismo Grial: la eficiencia. Un objetivo que hasta ahora chocaba con los límites físicos de los materiales disponibles, pero que podría estar mucho más cerca gracias al desarrollo de una nueva superaleación. Se trata de un salto tecnológico sin precedentes que promete redefinir las reglas del juego en sectores donde cada grado de temperatura y cada gota de combustible cuentan.

De hecho, este avance abre la puerta a una nueva generación de motores y turbinas capaces de operar en condiciones impensables hasta la fecha. El objetivo final no es otro que fabricar máquinas más potentes, duraderas y, sobre todo, más sostenibles. Un reto mayúsculo para la ingeniería moderna que ahora encuentra una respuesta en un mat

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