Cuando Rodrigo Paz llegó a su último acto de campaña en El Alto, la extensa ciudad situada en una meseta que domina la capital boliviana , La Paz, la multitud llevaba horas bajo el sol abrasador. Por suerte, había acudido preparada con cajas de cerveza y un picnic a base de papas. “Los pueblos indígenas somos mayoría y volveremos a ganar”, grita un hombre bien alimentado, lo que provoca que todos los presentes entonen el grito de victoria aimara: “¡Jallalla!“.
Durante 20 años, los habitantes de las tierras altas bolivianas han votado al Movimiento al Socialismo (MAS). Pero eso se ha acabado. En agosto respaldaron a Rodrigo Paz, un senador centrista, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Se enfrentará a Jorge Quiroga , un ex presidente conservador, en la segunda vu