Hagan un ejercicio de agudeza visual y miren el escudo de Canarias . Cierren los ojos, respiren y observen de nuevo ¿Falta algo? Exacto, La Graciosa , que desde 2018 el Estatuto de Autonomía consagra que es la octava isla.

Si además de mirar el escudo de Canarias se canta el himno y se llega a la estrofa que versa que "repartido en siete peñas late el pulso de mi alma" se podrá comprobar que la unidad del ánima del Archipiélago por la que se luchó desde los albores de la autonomía está resquebrajada. Falta una peña. Se hundió en el océano sobre el que, en principio, como dice también el cántico oficial, las islas "juntas soñarán un rumor de paz sobre el ancho mar".

Ocho islas de plata

Los símbolos que ensalzan la identidad del Archipiélago están incompletos y una iniciativa

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