Israel ha llevado a cabo ataques aéreos en Rafah, Gaza, tras un ataque de Hamás contra sus fuerzas militares. Este incidente marca la primera prueba significativa del alto el fuego negociado por Estados Unidos, que comenzó hace nueve días. Un funcionario militar israelí informó que las fuerzas de Hamás utilizaron granadas propulsadas por cohetes y francotiradores, lo que resultó en bajas para Israel.

El ataque se produjo más allá de la Línea Amarilla, el límite de retirada establecido en el acuerdo de alto el fuego. En respuesta, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convocó una reunión de seguridad con el ministro de defensa, Israel Katz, y altos mandos militares. Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional de Israel, instó a Netanyahu a reanudar las operaciones militares en Gaza "con plena fuerza".

Por su parte, Hamás no ha respondido directamente a las acusaciones, pero Izzat Al-Rishq, un alto funcionario del grupo, afirmó en Telegram que sus combatientes siguen comprometidos con el alto el fuego y acusó a Israel de "fabricar pretextos débiles para justificar sus crímenes".

El incidente ocurrió el domingo por la mañana, cuando Hamás afirmó que su fuerza de seguridad interna, Rada’a, estaba atacando un "escondite" de una milicia respaldada por Israel en Rafah. Muhammad Shehada, experto en Gaza, señaló que estas milicias operan desde áreas ocupadas por Israel, llevando a cabo ataques y regresando a zonas protegidas.

Desde el inicio del alto el fuego, Hamás ha llevado a cabo una "campaña de seguridad" contra lo que denomina "colaboradores, mercenarios y bandidos" en Gaza. Esta situación ha generado un clima de violencia interna, incluyendo un incidente que resultó en la ejecución pública de ocho personas en Ciudad de Gaza.

Ambas partes se han acusado mutuamente de violar el alto el fuego. Israel ha disparado contra palestinos que se acercaban a la Línea Amarilla, lo que Hamás considera una "violación flagrante" del acuerdo. Además, Israel ha cerrado un importante cruce fronterizo, lo que ha generado tensiones adicionales.

En otro desarrollo, Hamás ha denunciado que el cierre del cruce de Rafah por parte de Israel es una "violación flagrante" del acuerdo de alto el fuego. El grupo argumenta que esta decisión impide la evacuación de heridos y la llegada de ayuda humanitaria a Gaza. Netanyahu ha afirmado que el cruce permanecerá cerrado hasta que Hamás devuelva los cuerpos de los rehenes.

Estados Unidos también ha expresado preocupaciones sobre la situación, acusando a Hamás de planear una "violación inminente" del alto el fuego debido a los ataques contra otros palestinos. El Departamento de Estado ha advertido que tomará medidas si Hamás continúa con estos ataques, buscando proteger a la población en Gaza y mantener la tregua vigente desde el 10 de octubre.