La campaña electoral para renovar el Congreso ha comenzado y con ella se desató una ola de publicidades que más que propuestas, son un espejo de la profunda miseria política que paraliza a la Argentina. Si el propósito de estos comicios es elegir senadores y diputados que colaboren en la construcción de un futuro, la retórica dominante sugiere que la única misión de una parte de la oposición es exactamente la contraria: frenar a Milei, aparte de desestabilizar y sabotear.
El diagnóstico es ineludiblemente cínico. Gran parte del espectro político opositor, encabezado por Fuerza Patria (kirchnerismo) y sus aliados ideológicos de la izquierda, ha reducido su plataforma a una sola y hueca consigna: frenar a Milei. Vemos con vergüenza ajena cómo una fuerza política que gobernó durante años y q