Los países de la UE han respaldado este lunes el veto de las importaciones de gas ruso a partir del 1 de enero del año que viene, alegando "fuerza mayor" para que se puedan rescindir los contratos con empresas de Moscú. Ahora entra el debate en la fase de negociación entre el Consejo y el Parlamento Europeo, que tiene que adoptar su propia posición para que después se dé forma al texto final.
El reglamento propuesto introduce una prohibición gradual y jurídicamente vinculante de las importaciones de gas por gasoducto y de gas natural licuado (GNL) procedentes de Rusia, que entrará plenamente en vigor a partir del 1 de enero de 2028. El acuerdo del Consejo mantiene este plazo y, por lo tanto, "representa una ambiciosa señal de voluntad de cumplir con la eliminación gradual", añaden desde e