Rampla Juniors, uno de los clubes más tradicionales del fútbol uruguayo, escribió este fin de semana la página más oscura de su historia. Tras perder 1-0 frente a Atenas de San Carlos, el equipo del Cerro descendió a la Primera División Amateur, conocida como Divisional C, y abandonó el profesionalismo por primera vez en más de cien años. Un golpe que no solo marca un hito deportivo negativo, sino también el fracaso de un modelo de gestión que había despertado expectativas y terminó dejando ruinas.
El proyecto que prometía modernizar y potenciar a Rampla comenzó a gestarse en diciembre de 2024, cuando el club se transformó en Sociedad Anónima Deportiva bajo la conducción del empresario estadounidense Foster Gillett, el mismo que estuvo vinculado con Estudiantes . El nombre no era descon