**Sanae Takaichi, la primera mujer primera ministra de Japón** Tokio — Sanae Takaichi ha hecho historia al ser elegida como la primera mujer primera ministra de Japón, un hito significativo en un país con una larga tradición patriarcal. Su elección se produjo en un contexto de crisis económica y política, justo antes de la visita del presidente de EE.UU., Donald Trump. Takaichi, presidenta del Partido Liberal Democrático (PLD), fue elegida por el parlamento con 237 votos a favor, superando la mayoría simple necesaria. Su ascenso al poder se da tras la renuncia de su predecesor, Shigeru Ishiba, quien dejó el cargo debido a la presión por las recientes derrotas electorales del PLD. La nueva primera ministra, de 64 años, es conocida por sus posturas ultraconservadoras. Ha expresado su deseo de revisar la constitución pacifista de Japón y ha sido criticada por su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo. Además, su apoyo a un controvertido santuario que honra a los condenados por crímenes de guerra ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional. La elección de Takaichi también refleja un giro hacia la derecha dentro del PLD, que ha enfrentado escándalos y pérdidas electorales en los últimos años. La ruptura de la alianza de 26 años con el partido Komeito, más moderado, obligó al PLD a buscar un nuevo socio de coalición, logrando finalmente un acuerdo con el Partido de la Innovación de Japón (JIP). Sin embargo, su gobierno podría enfrentar desafíos significativos. La falta de una mayoría clara en el parlamento y la necesidad de negociar con otros partidos para aprobar legislación podrían hacer que su mandato sea inestable. Takaichi ha reconocido la importancia de la estabilidad política, afirmando que "sin estabilidad, no podemos impulsar medidas para una diplomacia o economía fuerte". Uno de sus primeros retos será abordar el aumento de precios, especialmente en productos básicos como el arroz, cuyo costo ha casi duplicado en el último año. Además, la caída de la natalidad y el envejecimiento de la población son problemas persistentes que su administración deberá enfrentar. A pesar de ser la primera mujer en ocupar este cargo, Takaichi no ha mostrado interés en promover la igualdad de género. Su enfoque parece estar más alineado con las políticas de su predecesor, buscando fortalecer el ejército y la economía del país. Con un panorama político complicado y la presión de la opinión pública, Takaichi deberá actuar rápidamente para demostrar su capacidad de liderazgo y recuperar la confianza de los ciudadanos en un momento crítico para Japón.