Nicolas Sarkozy ha pasado este martes a la historia de Francia por convertirse en el primer expresidente del país en ingresar en prisión en tiempos de la posguerra. El político conservador ha empezado a cumplir su condena de cinco años en la cárcel parisina de La Santé, tras ser sentenciado por conspiración criminal en relación con un intento de obtener fondos del régimen libio para financiar su campaña presidencial de 2007.
El ingreso de Sarkozy se ha producido bajo una gran expectación mediática y con muestras de apoyo de sus seguidores. Frente a su domicilio, en el distrito 16 de París, unas cien personas se concentraron para despedirle antes de su traslado. Entre los asistentes se encontraban miembros de su familia y antiguos colaboradores, como Henri Guaino, uno de sus asesore