WASHINGTON (AP) — Los programas Head Start para preescolares de todo el país luchan por obtener fondos federales. La agencia federal encargada de supervisar el arsenal nuclear del país ha comenzado a suspender a sus 1.400 empleados. Miles de trabajadores federales más no han recibido sus cheques de pago.

Pero mientras el presidente Donald Trump daba la bienvenida a los senadores republicanos para un almuerzo en el recién renovado Rose Garden Club —con el estruendo de la construcción del nuevo salón de baile de la Casa Blanca—, presentó una visión diferente de Estados Unidos, en la que un Partido Republicano unificado se niega a ceder ante las demandas demócratas de fondos para la atención de la salud, y el cierre del gobierno se prolonga.

“Tenemos el país más extraordinario de cualquier parte del mundo, lo que nos habla del liderazgo”, dijo Trump en sus comentarios iniciales, elogiando las renovaciones que se llevaban a cabo mientras los senadores tomaban asiento en el jardín recién pavimentado convertido en patio.

Se respiraba una atmósfera festiva bajo los claros y soleados cielos otoñales mientras los senadores se acomodaban para disfrutar de hamburguesas con queso, papas fritas y chocolates, y las canciones favoritas de Trump —“YMCA” y “You Can’t Always Get What You Want”— sonaban en el nuevo sistema de sonido.

Y aunque el mandatario dijo que el cierre debe llegar a su fin —y sugirió que tal vez los museos Smithsonian podrían reabrir—, no señaló ningún acuerdo con los demócratas sobre los fondos de salud que están por expirar.

“Desde el principio, nuestro mensaje ha sido muy simple, no seremos extorsionados en este alocado plan de ellos”, dijo Trump.

Mientras el cierre del gobierno entra en su cuarta semana y está en camino a convertirse en el más prolongado de la historia de Estados Unidos, millones de estadounidenses se preparan para enfrentar aumentos en los costos de la atención sanitaria, mientras otros perciben su impacto financiero. Los economistas han advertido que el cierre federal, en el que muchos de los casi 2,3 millones de empleados trabajan sin recibir un pago, reducir a el crecimiento económico en una cifra de entre 0,1 a 0,2 puntos porcentuales por semana.

Existen pocas señales de que se acerque un fin al estancamiento. Los líderes demócratas, hoy el senador Chuck Schumer y el representante Hakeem Jeffries se pusieron en contacto con la Casablanca el martes, buscando reunirse con Trump antes de que el presidente parta a Asia en su próximo viaje al extranjero.

“Lo instamos a que se reuniera con nosotros”, afirmó Schumer. “Dijimos qué haríamos una cita con él en cualquier momento y en cualquier lugar antes de que parta”.

Pero los republicanos, al salir de la Casablanca con regalos como gorras y medallones de Trump, dijeron que no hay nada que negociar con los demócratas con respecto a los fondos para la atención sanitaria sino hasta que el gobierno vuelva a abrir.

“La gente sigue pidiendo que ‘negociemos’. ¿Negociar qué?, dijo el líder de la mayoría del senado John Thune después de la reunión, que duró una hora. Indicó que los republicanos y el presidente están dispuestos a considerar un diálogo sobre la atención sanitaria, “pero deben abrir primero el gobierno”.

Mientras el Capitolio sigue paralizado, los efectos del cierre empeoran.

Los trabajadores federales están a punto de perder cheques de pago adicionales en medio de una total incertidumbre sobre cuándo podrían recibir su salario. Servicios gubernamentales como el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños, conocido como WIC, y los programas preescolares Head Start que atienden a familias necesitadas enfrentan posibles cortes de financiamiento. El lunes, el secretario de Energía Chris Wright advirtió que la Administración Nacional de Seguridad Nuclear suspenderá a 1.400 trabajadores federales. La Administración Federal de Aviación ha reportado escasez de controladores aéreos y retrasos en vuelos en ciudades de todo Estados Unidos.

Al mismo tiempo, varios economistas como Goldman Sachs y la CBO, una organización no partidista, han advertido que el cierre del gobierno federal repercutirá en la economía. Más recientemente, Oxford Economics dijo que el cierre reduce el crecimiento económico en 0,1 a 0,2 puntos porcentuales por semana.

La Cámara de Comercio de Estados Unidos señaló que la Administración de Pequeñas Empresas apoya préstamos por un total de aproximadamente 860 millones de dólares por semana para 1.600 pequeñas empresas. Esos programas no estarán disponibles para nuevos préstamos durante el cierre. Éste también ha detenido la emisión y renovación de pólizas de seguro contra inundaciones, retrasando cierres de hipotecas y transacciones inmobiliarias.

Y se espera que, si no se emprende alguna acción, los costos futuros de la atención sanitaria se disparen para millones de estadounidenses mientras los subsidios federales mejorados, que ayudan a que las personas adquieran seguros privados en virtud de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA, por sus siglas en inglés), llegan a su fin.

Tales subsidios, en forma de créditos fiscales que fueron impulsados durante la crisis del COVID 19, expiran el 31 de diciembre y las aseguradoras envían información sobre las nuevas tarifas para el próximo año antes de que inicien los periodos abiertos de contratación.

A la mayoría de los adultos estadounidenses les preocupa que la atención sanitaria se vuelva más cara, de acuerdo con una nueva encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs, mientras toman decisiones sobre la cobertura sanitaria del próximo año.

Miembros de ambos partidos reconocen que el tiempo se acaba para reparar las pronunciadas alzas que se avecinan en los seguros de salud, aun cuando hay conversaciones discretas sobre posibles extensiones o cambios a la financiación de la ACA.

Los demócratas están centrados en el 1 de noviembre, cuando inicie el periodo de incorporación para la cobertura de la ACA del próximo año y millones de personas contraten su cobertura sin la ayuda del subsidio expandido. Una vez que comiencen las contrataciones, afirman, será mucho más difícil restaurar los subsidios aún si logran un acuerdo bipartidista.

La reunión del martes en la Casablanca fue una oportunidad para que los senadores republicanos hablarán con el presidente sobre el cierre después de que el mandatario hubiera he estado más involucrado en la política exterior y otros temas.

Pero algunos senadores salieron de la reunión diciendo que fue más un almuerzo que una conversación sustancial. Afirmaron que podían oír, pero no ver, la construcción del salón de baile en la cercanía.

Previamente, Trump señaló, al inicio del cierre, que podría estar dispuesto a hablar sobre el tema de la atención sanitaria, y los demócratas han contado con llamar la atención del presidente hacia su punto de vista. Pero el mandatario aclaró después que sólo lo haría una vez que el gobierno vuelva a abrir.

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Contribuyeron a esta nota los corresponsales Kevin Freking, Stephen Groves, Matt Brown, Will Weissert y Joey Cappelletti.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.