
El Kremlin ha rebajado las expectativas de la celebración en breve de una reunión entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, en Budapest para hablar de la paz en Ucrania. Mientras, la reunión se está convirtiendo en un foco de tensión en la Unión Europea, donde se vive una división entre los países y miembros de la Comisión Europea que rechazan el encuentro y los que hacen un ejercicio de realismo y dan el visto bueno si se consigue avanzar hacia un alto el fuego.
Entre estos últimos está Bulgaria. El ministro de Exteriores búlgaro, Georg Georgiev, explicó que permitirán a Putin cruzar por su espacio aéreo para acudir al encuentro con Trump en Budapest. “¿Y cómo podría tener lugar la reunión si uno de los participantes no puede llegar allí? Cuando se están haciendo esfuerzos por la paz, lo lógico es que todas las partes contribuyan a hacer posible la reunión”, señaló durante la reunión de ministros de Exteriores en Luxemburgo de este lunes.
La decisión de Bulgaria facilita mucho el viaje a Putin, teniendo en cuenta que el ministro de Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, avisó de que la Fuerza Aérea polaca podría interceptar el avión del presidente ruso a su paso por el espacio aéreo polaco de camino a Hungría. “No puedo garantizar que una corte polaca independiente no emita una orden para interceptar y detener el avión con el objetivo de que el sospechoso sea entregado al tribunal de La Haya”, comentó Sikorski.
Con el espacio aéreo de Polonia cerrado, Putín tenía como opciones entrar en Hungría a través de Turquía, Montenegro y Serbia o el nuevo camino que se le ha abierto de llegar a Budapest atravesando el sur del Mar Negro, Bulgaria y Serbia.
Este rodeo en el periplo se debe a que en marzo de 2023, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra Putin por crímenes de guerra en Ucrania. Todos los signatarios del tribunal están obligados a arrestar al presidente ruso si llega a su territorio. Hungría anunció su salida de la CPI en abril de 2025 , pero, de momento, sigue estando obligada a cooperar con la Corte, incluido el deber de detener y entregar a personas sujetas a órdenes de arresto del tribunal.
Hungría ya tiene experiencia en desobedecer las órdenes de arresto de la CPI: el primer ministro húngaro Viktor Orbán, recibió con honores en Budapest al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu , a pesar de la orden de detención internacional emitida contra él .
Una reunión que divide a Europa
Mientras, Rusia juega a alargar en el tiempo la posible reunión con Trump cuando ha visto que es motivo de desunión en Europa. “El trabajo que tenemos por delante será desafiante. Ni el presidente Trump ni el presidente Putin han dado un plazo preciso. Se necesita preparación seria”, “ dijo el portavoz del Gobierno ruso, Dimitri Peskov, según publica Bloomberg. La cumbre Trump-Putin ha quedado en espera para determinar una fecha después de que el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, tuviera una conversación con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.
Y es que al igual que hay diferentes posiciones entre Polonia y Bulgaria respecto a la reunión en Europa, también hay distintas posiciones en las instituciones de la UE. “Desde el punto de vista de la Comisión Europea y de la presidenta Von der Leyen cualquier reunión que avance en el proceso de lograr una paz justa y duradera para Ucrania es bienvenida. Si la reunión propuesta avanza en esa dirección, lo veríamos como algo positivo”, comentó un portavoz de la Comisión.
La Comisión Europea planteó que si el avión del presidente Putin sobrevuela el espacio aéreo de un país europeo, será el país europeo quien tendrá que decidir qué hacer, pero Bruselas no se plantea ahora decir nada más. El Ejecutivo comunitario añade que sobre Rusia y el presidente Putin hay sanciones dirigidas a la congelación de activos, pero “no hay una prohibición de viaje, per se ” y rechazó plantear qué debería hacer un país de la UE si Putin llega a entrar en su territorio.
Sin embargo, la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, apuntó que “no es agradable... ver que una persona con una orden de arresto emitida por la CPI está viniendo a un país europeo”. Kalla también añadió que la UE “está trabajando para convencer a nuestros aliados en todo el mundo de que no puede salir nada de estas reuniones si Ucrania o Europa no participan en ellas”.
La Hungría del ultranacionalista Viktor Orbán ha tenido un papel destacado como el principal freno de las sanciones de la UE contra Rusia por invadir Ucrania. Orbán incluso presentó una demanda ante el Tribunal de Justicia europeo contra la decisión de destinar los beneficios e intereses de los activos congelados rusos en la financiación de la ayuda militar a Ucrania. De hecho, Orbán es el principal ganador de una cumbre que está por celebrarse por la repercusión internacional y el reconocimiento de Hungría.
El presidente de Ucrania, Vlódomir Zelenski, culpó en parte al enviado especial de Trump, Steve Witkoff, de haber propuesto la idea de elegir a Hungría como sede de la reunión, según ha publicado Financial Times.
“No creo que un primer ministro que bloquea a Ucrania en todas partes pueda hacer algo positivo por los ucranianos o incluso proporcionar una contribución equilibrada. Había muchas otras opciones dignas: Suiza, Austria, el Vaticano, Arabia Saudita, Catar o Turquía”, dijo el presidente ucraniano.
A pesar de su queja, Zelenski añadió que estaba dispuesto a asistir a una reunión paralela con Trump en Budapest si era invitado, posibilidad que Rusia ha descartado.