Bernie Sanders, el gran referente progresista de EEUU en las últimas décadas, lo ha dicho claramente: “El mundo nos está mirando”. ¿Por qué? “Tenemos una administración en Washington que nos lleva hacia una sociedad autoritaria, socavando nuestra Constitución y el Estado de Derecho”. Las próximas elecciones a la alcaldía de Nueva York, el 4 de noviembre, van mucho más allá de los cinco barrios de la ciudad más importante de EEUU y la más reconocible en todo el mundo. Las elecciones del 4 de noviembre pueden marcar el camino de la respuesta a Donald Trump en un país que quedó noqueado tras la victoria de Trump ante una Kamala Harris que intentó salvar los muebles tras la postrera retirada de Joe Biden con el mismo manual con el que perdió Hillary Clinton en 2016.
Los primeros diez meses de Donald Trump han sido una catarata de decisiones encaminadas a agigantar el poder de la Casa Blanca por encima del resto de poderes; a perseguir a la oposición y las críticas de forma implacable; a, en un país de migrantes y colonos, criminalizar y expulsar sin garantías judiciales a los llegados de fuera; a fagocitar el poder judicial y a gobernar con mano de hierro el legislativo.
“Esta campaña para la alcaldía es diferente”, ha dicho el senador por Vermont en un acto central de la campaña de Zohran Mamdani para la alcaldía de Nueva York, celebrado este domingo en un abarrotado estadio de Forest Hills, en el distrito de Queens, Nueva York, ante 13.000 personas: “No solo la gente de Nueva York está prestando atención, no solo la gente de todo el país está observando esta campaña. No solo el presidente de Estados Unidos parece estar muy, muy preocupado por quién ganará estas elecciones. Lo cierto es que la gente de todo el mundo está atenta a lo que sucederá aquí dentro de una semana. La razón por la que esta campaña ha generado tanto interés en todo el mundo es que la gente quiere saber la respuesta a una pregunta muy simple: ¿Es posible que la gente común, la clase trabajadora, se una y derrote a los oligarcas? ¡Claro que sí! En un momento en que los estadounidenses están profundamente angustiados por nuestra situación económica y política como nación, una victoria aquí en Nueva York dará esperanza e inspiración a la gente de todo el país y del mundo. De eso se tratan estas elecciones, y por eso Donald Trump le presta tanta atención”.
Sanders, nacido en Nueva York hace 84 años, ha dado un consejo: “Como alguien que se convirtió en alcalde de Burlington, Vermont, en 1981, tras ganar las elecciones por 10 votos y ver que las encuestas en Nueva York sugieren que Zohran va a por delante, os digo: por favor, por favor, por favor, no subestimen a nuestros oponentes, tienen muchísimo dinero y lo están gastando ahora mismo. Insto: olvidaos de las encuestas y afrontad los últimos ocho días de campaña como si fueran cinco puntos por detrás”.
Alexandria Ocasio-Cortez, congresista por Nueva York y referente del ala progresista del Partido Demócrata, también ha arropado a Mamdani apelando al momento de excepción que vive EEUU: “Representamos más de 100 idiomas y culturas, acogemos a personas de todas las religiones, creencias y credos; respetamos a todos los géneros, razas, orientaciones y estatus. Y defendemos a los inmigrantes. Somos un barrio de trabajadores en una ciudad de trabajadores, y todo eso nos convierte en la peor pesadilla para los fascistas”.
Ocasio ha proseguido: “Nos reunimos hoy en un momento peligroso para nuestro país pero también al borde de la esperanza para nuestra ciudad. Porque en nueve días nada más lo daremos todo para que sea elegido Zoran Kwame Mamdani próximo alcalde de Nueva York. Y va a ser necesario el esfuerzo de todos. Pero, siendo honestos, siempre ha sido así. Que estemos todos aquí en este momento, en este momento, no es una coincidencia, y tampoco es una coincidencia que las mismas fuerzas a las que se enfrenta Zohran en esta carrera reflejen lo que afrontamos a nivel nacional, con una presidencia criminal autoritaria, alimentada por la corrupción y la intolerancia y un movimiento de extrema derecha en ascenso”.
La congresista ha reflexionado sobre cómo asuntos que resultan de sentido común, que incluso están conquistados en la mayoría de los países europeos, quieran dibujarse como radicales en EEUU: “En un momento como el actual, exigir vivienda asequible se considera un acto radical y descabellado; que podamos vivir con dignidad, pagar la comida y el transporte se considera un acto radical y descabellado; que aceptemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, es un acto radical y descabellado. Pero debemos recordar que, en un momento como este, no somos nosotros los locos. Quieren hacernos creer que estamos locos, pero estamos cuerdos: exigir una vivienda asequible y digna, un salario digno, el derecho a la atención médica para cuidar de nuestra gente, exigir el fin de la opresión de los palestinos y de las personas oprimidas en el extranjero, no es un acto radical”
Y ha señalado: “Es una cuestión de humanidad básica y esencial. Por eso la elección de Zohran es tan importante: cuidado infantil, autobuses, alquileres y nuestros derechos aquí en Nueva York. Es el epicentro de todo lo posible en Estados Unidos. Y el 4 de noviembre se lo mostraremos al mundo y todo el país Y enviaremos un mensaje claro al presidente Donald Trump, que su autoritarismo no sirve aquí. Y enviaremos un mensaje que al ICE, la policía secreta, que no es bienvenida aquí. Y demostraremos el heroísmo que existe en la gente común en nuestra ciudad. De eso se trata esta victoria, de nuestras libertades y nuestro futuro”.
“No dejéis que os digan lo contrario”, ha concluido Ocasio, “no dejéis que os digan que somos la excepción: somos la regla, somos el ejemplo. Y marcamos el camino para Estados Unidos. Te hablo a ti, Donald Trump: igual que hubo un día previo a tu presidencia, habrá un día después”.
Zohran Mamdani, el candidato que ganó las primarias demócratas, ha cerrado un acto de tres horas en el que han participado, además Ocasio y Sanders, referentes de la ciudad y el estado, como la gobernadora, Kathy Hochul, ex número dos de Andrew Cuomo, el principal antagonista de Mamdani en las elecciones. Cuomo concurre como independiente después de perder las primarias demócratas, tras haber sido gobernador de Nueva York, cargo que dejó en 2021 tras 13 denuncias de acoso sexual.
Hochul, representante del ala más centrista del Partido Demócrata, ha terminado apoyando a Mamdani antes que otros referentes de esa familia, como el congresista por Nueva York y líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, que esperó al viernes pasado a apoyar públicamente al vencedor de las primarias de su partido.
Así, Hochul se ha llevado la protesta de los presentes por su resistencia a aplicar uno de los principios fundamentales del ala más progresista de los demócratas, la redistribución por la vía de la fiscalidad. Y ha sido recibida e interrumpida varias veces al grito de “tax the rich” –poner impuestos a los ricos–.
Mamdani, que salió al final de la intervención de Hochul a arroparla, se siente mucho más cómodo con Sanders y Ocasio. Miembro del DSA –Socialistas Democráticos de América–, hace un año cuando presentó su campaña, no lo cubrió ni una sola cámara de televisión. En febrero pasado, cuatro meses antes de ganar las primarias demócratas, las encuestas le daban un 1%. Este 26 de octubre abarrotaba el centenario Forest Hills, donde han jugado al tenis Arthur Ashe, Ilie Năstase o Guillermo Vilas; donde han cantado Frank Sinatra, Bob Dylan y The Beatles. A ese histórico lugar de Queens, Mamdani ha llegado arropado por los 90.000 voluntarios que llevan más de un millón de hogares visitados en esta campaña, en un puerta a puerta interminable para conducir a la alcaldía de la principal ciudad de Nueva York al primer musulmán, a un socialista de 34 años en un país criado en la Guerra Fría contra el socialismo; a un país que se encuentra presidido por un ultra sin complejos y con el Partido Demócrata con pocas respuestas.
Mamdani es consciente del peso de la responsabilidad que lleva sobre sus hombres. Todo indica que ganará las elecciones: Nueva York es un bastión demócrata y lo normal es que gane el candidato oficial de los demócratas. Y, cuando tome posesión el 1 de enero, tendrá en frente a la Casa Blanca, desde la que cada día habla Trump contra él, pero también tendrá en contra a esos oligarcas que financian tanto a Trump como a Cuomo.
Sin embargo, los ejes de su programa están lejos de una revolución bolchevique, por mucho que Trump lo llame comunista cada día. Los principales elementos del programa de Mamdani pasan rebajar el coste de la vida a los neoyorquinos, en particular las familias trabajadoras y vulnerables. Y eso pasa por la gratuidad del autobús, poner en marcha economatos municipales, limitar los alquileres para los más necesitados, construir vivienda pública y la financiación de escuelas infantiles gratuitas.
Mamdani es ese hombre “que va a hacer historia de EEUU”, según Sanders.
“Nueva York no está en venta”, ha dicho Mamdani, uno de sus lemas de campaña: “Hablamos con una sola voz. Nueva York no está en venta. Y ahora, al borde de recuperar esta ciudad de los políticos corruptos y los multimillonarios que los financian, que nuestras palabras resuenen tan fuerte esta noche que Andrew Cuomo pueda oírlas en su apartamento de 8.000 dólares al mes”.
Y ha añadido: Una y otra vez, nuestra nación se ha tambaleado al borde de la desesperanza. Este es uno de esos momentos. Pero en cada uno de esos momentos, los trabajadores han buscado en la oscuridad y han transformado nuestra democracia. Ya no permitiremos que el Partido Republicano sea el de la ambición. Ya no tendremos que abrir un libro de historia para leer sobre demócratas que lideran con grandes ideas. Amigos, el mundo está cambiando. No se trata de si ese cambio llegará. Se trata de quién pilotará ese cambio. Tenemos ante nosotros una oportunidad que pocos han tenido y aún menos han aprovechado. Es la oportunidad de mostrarle al mundo lo que significa conquistar la libertad. Es la oportunidad de estar a la altura del legado de quienes nos precedieron. No podemos determinar la magnitud de una crisis. Pero nuestra decisión es cómo responder. Ganemos un ayuntamiento que beneficie a quienes luchan por comprar alimentos, no a quienes luchan por comprar nuestra democracia“.
“Y en estos momentos, Nueva York tenía dos opciones: retirarse o luchar, y la decisión que tomamos fue la de dejar de escuchar a los expertos y empezar a escucharos a vosotros”, ha dicho Mamdani a un público entusiasmado: “Fuimos a dos de los lugares donde se vieron los mayores giros a la derecha [en las presidenciales]: Fordham Road y Hillside Avenue. Esos neoyorquinos estaban lejos de ser la caricatura de los votantes de Trump, nos dijeron que votaron a Trump porque se sentían desconectados de un Partido Demócrata que se había acostumbrado a la mediocridad y solo tenía tiempo para quienes les donan los millones. Nos dijeron que se sentían abandonados por un partido en deuda con las empresas, que les pidió sus votos después de decirles solo a qué se oponía, en lugar de decirles para qué los quería. Nos dijeron que ya no creían en un sistema que ni siquiera pretendía ofrecer soluciones al principal problema que marcaba sus vidas: la crisis del coste de la vida. El alquiler es demasiado caro. También lo son los alimentos, y el cuidado de los niños, y tener que coger el autobús, y tener dos o tres trabajos sigue sin ser suficiente. Trump, a pesar de sus muchos defectos, les había prometido una agenda que les daría más dinero y les reduciría el coste de la vida. Pero Donald Trump mintió. Y de nosotros depende cumplir con los derechos de los trabajadores que abandonó”.
Mamdani ha cargado contra los “mismos grandes donantes y políticos deshonestos que han intentado robarnos nuestras ambiciones, porque no creen que merezcamos la belleza de una vida digna, los mismos que nos han animado a imaginar menos porque saben que una Nueva York soñada perjudica sus finanzas”. Y ha dicho: “Esta ciudad es como el universo, está en constante expansión, merecemos un gobierno municipal tan ambicioso como los neoyorquinos trabajadores que la convierten en la mejor ciudad del mundo. No podemos esperar a que alguien más lo logre. No podemos permitirnos el lujo de esperar, porque esperar, con demasiada frecuencia, es confiar en quienes nos trajeron hasta aquí. El 4 de noviembre, devolveremos a nuestra ciudad al rumbo que le corresponde. Y, al hacerlo, responderemos a una pregunta con la que nuestra nación ha lidiado desde el inicio de su fundación: ¿Quién puede ser libre?”
“Durante estos últimos nueve días y los meses y años que vendrán, los poderosos nos atacarán con todas sus fuerzas”, ha alertado Mamdani: “Gastarán millones de dólares, nos atacarán desde todos los ángulos imaginables, pero no cederemos. No cejaremos. Triunfaremos sobre los oligarcas y devolveremos la dignidad a nuestras vidas. Hace casi 89 años, exactamente el día en que FDR habló ante miles de personas en el Madison Square Garden. Dijo: ”Quisiera que se dijera de mi primer gobierno que las fuerzas del egoísmo y la ambición de poder encontraron la horma de su zapato. Y quisiera que se dijera de mi segundo gobierno que en él estas fuerzas encontraron a su amo. Amigos míos. Quisiera que se diga de nuestra campaña que en ella las fuerzas del egoísmo y la ambición de poder encontraron la horma de su zapato. Y quisiera que se diga de nuestro Ayuntamiento que en él estas fuerzas encontraron a su amo. El 4 de noviembre nos liberamos“.

Mamdani ha recurrido este domingo a FDR como hizo en su discurso de victoria en las primarias demócratas, un referente del progresismo demócrata en los años 30 de EEUU, el presidente que puso en marcha el New Deal, una serie de reformas ampliando la presencia de lo público tras la gran crisis de 1929. Y lo hace con un claro mensaje a la vieja guardia del partido demócrata que lo tacha de radical.
El candidato, además, ha recuperado el consejo de Sanders. Y le ha dicho a sus seguidores: “No podemos permitir que la complacencia nos invada en este movimiento. Así que, durante estos nueve últimos días, solo os pido una cosa a cada uno de vosotros: más. Sé que estáis cansados, pero aun así os pido más. Sé que los ataques se han intensificado, que una cama calentita es más atractiva que subir un sexto piso sin ascensor. Que otra noche tocando puertas después de una larga jornada de trabajo resulta abrumadora. Y aun así, os pido más. Os pido más porque es la única manera de conquistar el futuro”.

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