El discurso beligerante del presidente Donald Trump en las últimas semanas tiene el propósito de mantener el “clima” trumpista de dominación continental y planetaria. Lo que ocurre es que todos los planes agresivos de Trump están congelados hasta que se apruebe el presupuesto federal para el próximo año fiscal.

Por ejemplo, algunas fuentes de analistas de inteligencia señalan que la decisión y el plan de invadir Venezuela para derrocar al presidente Nicolás Maduro están ya palomeados, pero que requieren recursos presupuestales que no tienen, al grado de que ha aprovechado el retraso presupuestal para vender la idea de que no hay dinero y en ese contexto aceptar “donaciones” de empresarios del complejo militar-industrial para pagar salarios atrasados a los soldados.

En el panorama de cort

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